4- Viajamos entre personas cuyo gusto por viajar trasciende edades y nacionalidades: es para espíritus viajeros. A continuación va una frase perfecta que define lo que entendemos por espíritu viajero: «Si te gusta perderte en callejones, llenos de incertezas, suspiros y momentos inesperados; si apuestas a esos pocos momentos que hacen que valgan la pena tantos tránsitos; esos momentos que son los que atesoramos para siempre. Que nos dan ese gozo interno de lo diferente, esos que nos hacen saltar latidos y mirar si hay alguien al lado para compartirlos.»

5- Contamos con amigos en cada ciudad, que actúan como nuestros guías locales, ayudándonos a entender mejor lo que vamos a vivir y captar la esencia del lugar. Fundamental poder comprender con «ojos locales» los aspectos culturales de estas sociedades que se nos antojan tan diferentes. Tener gente amiga en cada país, nos ayuda justamente a esa comprensión del entorno, lo que termina siendo gran parte del resultado final de esta experiencia.

6- Aprovechamos al máximo nuestro tiempo de viaje, conocemos los destinos y sabemos cómo desplazarnos de la mejor manera. Con el paso del tiempo hemos diseñado rutas perfectas que combinan experiencia, comodidad y practicidad. Es cierto que siempre se puede mejorar y que probablemente tenga un sesgo de subjetividad, sin embargo, los itinerarios que ofrecemos están testeados y aprobados por cientos de viajeros que año a año los realizan y que al culminar el viaje nos hacen una devolución.

7- Disfrutamos de lo inesperado, ya que esta forma de viajar nos abre las puertas a aventuras increíbles que permanecerán en nuestra memoria para siempre. Las mejores peripecias ocurren cuando soltamos el control del viaje (y esto seguramente aplica para la vida en general). Comúnmente nos vemos liados a simples elecciones acerca de: ¿cómo debo ir a ese lugar? ¿es mejor un tuc-tuc o preferible caminar? ¿en qué zona debemos almorzar? Cuestiones del día a día que conllevan suposiciones, y justamente suponer es lo que no debemos hacer nunca; ¿qué gran desafío, no?

8- Utilizamos los transportes locales para sumergirnos en el espíritu del lugar que visitamos. Amamos los transportes locales ya que nos acercan a su gente, nos muestran cómo viaja un individuo igual a nosotros, pero de simplemente de otro país culturalmente diferente. Aquí se presentan esas oportunidades que mencionamos antes para compartir.

9- Siempre vamos acompañados por dos facilitadores de la empresa, quienes desempeñan un papel activo en la organización del viaje y nos asisten en la resolución de cualquier situación que se presente. Desde el primer viaje que hicimos, entendimos claramente que un factor clave de nuestras rutas son los facilitadores que viajan desde sudamérica. Éstos ayudan en gran medida a amortiguar el impacto que trae consigo aterrizar en un lugar donde absolutamente todo es distinto. O bien ayudando a gestionar cualquier situación o que tal vez solucionado algún inconveniente, siempre suma tener guías de viaje que puedan ser culturalmente «iguales», pues nos dan un punto de vista que ayuda a amenizar lo que nuestros ojos ven.

10 – Contamos con una amplia experiencia. Después de 11 años viajando múltiples veces por Asia, África, Oriente Medio, Europa y Sudamérica, podemos afirmar con orgullo que conocemos las rutas y los lugares que visitamos. Año a año los viajes se van mejorando (por suerte). Es la famosa curva de aprendizaje, que nos brinda cada vez más confianza y determinación para continuar haciendo estos viajes, que sin duda son: particulares, alucinantes y llenos de emoción.