¿Qué se te viene a la mente cuando te dicen India? Viajar por India invita sin dudas a mimetizarnos con el entorno y respirar su cultura. Los colores de los callejones y desorden de sus calles, sus olores particulares mezclados con especias, el constante sonido de las bocinas, de diálogos entre lugareños, sus vendedores ambulantes. Miles de personas que cruzan saludando entre imponentes templos, fuertes y paisajes, hacen de este país un lugar especialmente especial… un combo de sensaciones que quedarán en nuestra memoria de por vida.

Nepal en cambio, aunque con una cultura similar, nos ofrece una experiencia diferente. Viajar por Nepal trae consigo siempre un aire de montaña. La cadena de los Himalayas atraviesa el país de este a oeste, siendo parte de la vista en casi todo momento además de decenas de valles, lagos, ríos y cañones. Los nepalíes por su parte, son también los grandes protagonistas de esta ruta; respetuosos, sonrientes y siempre amables, hacen que los viajeros se sientan como en casa. A pesar de ser uno de los países menos desarrollados del continente asiático, te enamorarás de sus vistas, sus templos tibetanos, su comida variada y su vibra especial.