Costa Rica es un país de asombrosa belleza natural, donde la selva tropical, las montañas y las playas se combinan para crear un paisaje único. Sus parques nacionales protegen una biodiversidad impresionante, con animales como perezosos, monos y aves coloridas que habitan entre árboles centenarios. Los volcanes activos, como el Arenal y el Poás, añaden un toque imponente al horizonte, mientras los ríos y cascadas ofrecen un espectáculo de agua y vida. La conexión con la naturaleza es parte esencial del país, reflejada en su compromiso con la sostenibilidad y la conservación.

Más allá de su riqueza natural, Costa Rica es también un país de gente cálida y acogedora, con una cultura vibrante influenciada por sus raíces indígenas, africanas y españolas. Sus ciudades y pueblos reflejan una mezcla de tradición y modernidad, con mercados llenos de productos frescos, música en cada rincón y una gastronomía deliciosa que incluye platillos como el gallo pinto y el casado. La filosofía de «pura vida» se siente en el estilo de vida relajado de los costarricenses, quienes valoran la felicidad, la tranquilidad y el respeto por el entorno.